La calidad de vida de un paciente con inmunodeficiencia primaria puede verse significativamente afectada si no cuenta con tratamiento:
- Mayor susceptibilidad a infecciones recurrentes, que puede llevar a enfermedades crónicas, hospitalizaciones frecuentes y aumento del riesgo de complicaciones graves.
- Limitaciones en las actividades diarias y reducción de la participación en actividades sociales debido al riesgo de infecciones.
- Mayor estrés y ansiedad debido a la preocupación constante por la salud y el miedo a las infecciones.
- Posibles retrasos en el crecimiento y el desarrollo, especialmente en niños.
- Disminución de la sobrevida.
En cambio, los pacientes que acceden a tratamiento ven considerablemente mejorada su calidad de vida:
- Reducción de la frecuencia y gravedad de las infecciones, lo que puede llevar a una menor hospitalización y una mayor estabilidad en la salud en general.
- Mejora de la calidad de vida al disminuir los síntomas asociados con infecciones recurrentes.
- Mayor capacidad para participar en actividades sociales y mantener una vida normal.
- Disminución del estrés y la ansiedad relacionados con el miedo a las infecciones.
- Mejora de la sobrevida.
Volver